Cada año, ya con marzo a la vista, se reitera la misma pregunta entre los profanos: “¿Cuándo cae Semana Santa?”. Como el Carnaval, la celebración cristiana que se extiende desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección (y que genera en la Argentina éxodos turísticos desparejos) no ocupa casilleros fijos en el almanaque, y la razón descansa en el afán por separar el apego a la Luna pascual del rito de la Pascua judía.

Luna pascual: ¿Cuándo comienza la Semana Santa cristiana?
El comienzo de la la Semana Santa es toda una incógnita para los legos, que debemos consultar el calendario para asegurarnos de la fecha exacta cuya determinación suele ser para nosotros un oscuro misterio.

Con la cabeza en las nubes

Luna pascual para la segunda Semana Santa en pandemia.
En 2020 tuvimos la primera Semana Santa en pandemia en la que no hubo celebraciones públicas con participación popular sino a puertas cerradas.

Los años pasan y por segunda vez celebramos la liturgia pascual –un acontecimiento de encuentro, arraigado en la tradición como un evento multitudinario en medio de una pandemia que no nos concede paz ni sosiego y coarta posibilidades a la acostumbrada participación popular.

Restricciones al margen, muchos argentinos se las arreglan y se las arreglarán para convertir a los días de recogimiento en mini vacaciones, un éxodo turístico que poco tiene de bíblico.

La pregunta “¿Cuándo cae…” tiene en el calendario a la respuesta rápida y certera, aunque pocos saben que la Luna pascual rige, hacia atrás y hacia adelante, a la serie de evocaciones religiosas que comienza con la Cuaresma.

La elección del tiempo exacto para la conmemoración de la Semana Santa cristiana, incierta para la gente de a pie, surge de un cálculo preciso –aunque complejo– y para nada azaroso llamado computus paschalis –abreviado Computus–, cuyo resultado es siempre variable

En vez de observar los ciclos del Sol y de la Tierra, se atiene a los tiempos de la Luna, y por eso las fechas cambian año tras año.

Aunque no lo advirtamos, durante ese período ocurre algo en el cielo que se repite siempre con puntualidad: la Luna está en su esplendor –el plenilunio– es decir, en la fase de Luna Llena, al comienzo de esta semana tan especial.

Este año (2021), la Luna entró, por primera vez luego del equinoccio de marzo, en su 5ª fasecuando la cara que mira a la Tierra se ilumina en su totalidad hasta completar un círculo perfecto– el 28 de marzo, a la sazón Domingo de Ramos.

De este modo, por motivos que ya veremos, ese día de Luna Llena se inicia la Semana Santa, que culmina siete días después, el domingo 4 de abril, con la Pascua de Resurrección y la Luna en Cuarto Menguante.

El cálculo de las fechas sacras

Luna pascual y Luna llena.
La primera Luna llena posterior al equinoccio de marzo marca el plenilunio pascual, y el domingo que sigue a este suceso se celebra la Pascua cristiana, fin de la Semana Santa.

A lo largo de los siglos, antes y después del nacimiento de Jesús de Nazaret, esa cuenta sistemática del paso de los días que nombramos el calendario ha tenido innumerables versiones.

Desde el ático al maya, el celta al egipcio, el romano al juliano, cada cultura se basó a su sistema en variables disímiles con recuentos muchas veces incompatibles.

Es por eso que ciertas fechas, como las ligadas a sucesos astronómicos o estacionales particulares, difieren de acuerdo con los variados puntos de vista de los intérpretes.

En la contemporaneidad misma, coexisten nuestro gregoriano con el hebreo, el musulmán, el chino, el hindú o el budista.

El calendario oficial de 365 días366 en los años bisiestos) en uso por la mayor parte del mundo hoy, recién fue creado durante el papado de Gregorio XIII –de ahí su nombre– que se extendió entre 1572 y 1585, modificación del que el emperador Julio César (calendario juliano) puso a andar 46 años antes de Cristo.

El domingo de Pascua es la jornada a partir del cual se determina el resto de los días de la Semana Santa, pero en vez de ajustarse a una fecha anual única (como los días del Santoral, la Asunción de la Virgen, Todos los Santos, los Fieles Difuntos, la Inmaculada Concepción de María, la Navidad, o los Santos Inocentes), tiene su propio ciclo.

Computus paschalis

“La última cena”, mural de Leonardo da Vinci.
“L’ultima cena”, mural de Leonardo da Vinci ejecutado entre 1495 y 1497 en el refectorio del convento de Santa Maria delle Grazie, Milán, Italia.

La Última Cena –previa al sacrificio de la Cruz– alteró para siempre el significado de la cena pascual entre los cristianos, al identificar el pan con el cuerpo y el cáliz de vino con la sangre derramada de Jesús.

La crucifixión según los Evangelios de San Mateo, San Marcos y San Lucas ocurrió durante el mediodía de la Pésaj –la Pascua judía– en tanto a estar de San Juan tuvo lugar en la víspera.

El cálculo de la fecha para la Pascua cristiana, en la que se evoca el aniversario de la resurrección de Jesucristo, comenzó 2 siglos después de su muerte en la Cruz por cuenta del obispo Hipólito de Roma, a quien se atribuye la realización de la primera tabla pascual.

El concilio de Arlés, en la Galia Romana, unificó la fecha de la Pascua en 314 d. C.: el día sería establecido por el Papa y difundido a las iglesias de la grey mediante epístolas, procedimiento asaz inadecuado.

La solución provisoria del concilio

Luna pascual: Concilio de Nicea del año 325.
El Primer concilio de Nicea en el Imperio romano, convocado por Constantino I, tuvo lugar entre el 20 de mayo y el 19 de junio de 325 d. C. En él se acordó la unificación de la fecha de celebración de la Pascua.

Regía aún el calendario juliano cuando el sínodo de obispos cristianos convocado por el emperador Constantino I y reunido en Nicea de Bitnia (hoy İznik, Turquía) sentó las reglas iniciales para la determinación de la fecha del aniversario de la Pascua de Resurrección.

Por entonces. 325 d. C., el Año Nuevo juliano comenzaba con el equinoccio de marzo, fijado en el día 18.

La Pascua cristiana debía celebrarse en domingo y nunca debía coincidir con la Pascua judía, en consonancia con un cálculo realizado en Alejandría (Egipto), comunicado a Roma, desde donde se difundía urbi et orbi como la bendición papal.

Las Iglesia de Roma y de Alejandría nunca terminaron de ponerse de acuerdo, sin embargo, dado que el cálculo de la edad lunar o epacta, que establecía la fecha, difería: mientras una empleaba el ciclo de 84 años, la otra usaba el ciclo metónico de 19.

Tan exiguo que terminó por ser exacto

Luna pascual: Dionisio el Exiguo.
Dionysius Exiguus, creador del cálculo del Anno Domini para determinar la fecha de la Pascua que reemplazó a la de la era diocleciana, utilizado en el calendario juliano de entonces y en el gregoriano actual que lo sucedió.

Pasaron 2 siglos justos hasta que un monje bizantino, creador del cálculo del Anno Domini –Año del Señor– que sustituyó a la era diocleciana, convenció a la cumbre pontificia sobre las virtudes del cálculo alejandrino en 525 d. C.

La tabla pascual de Dionysius ExiguusDionisio el Exiguo, a veces Dionisio el Enano– (fundada en la estructura metónica inventada circa 260 d. C. por Anatolio de Laodicea) unificó el Computus.

Además de las premisas de Nicea, se sitúa el domingo de Pascua en el que sigue al plenilunio pascual (excepto si ambos coinciden, cuando se posterga una semana), el primero a partir del equinoccio de marzo, que puede ocurrir el día 20 ó 21.

En definitiva y sin adentrarnos en detalles odiosos (el método es una larga cadena de operaciones con 10 variables llamadas a, b, c, d, e, k, p, que, M y N), la Pascua de Resurrección tiene que ocurrir un domingo no anterior al 22 de marzo ni posterior al 25 de abril.

Sólo para lunáticos
Religión y ciencia

La Luna Llena Pascual, utilizada para determinar la fecha de la Pascua, es la primera que sigue al equinoccio de marzo, que según la Iglesia es invariablemente el día 21.

No obstante, la fecha astronómica real de este equinoccio varía entre el 19 y el 22 de marzo, pero además depende de la zona horaria, o sea que puede oscilar de acuerdo con el lugar del mundo que se considere.

Las excepciones de las reglas

En 2019, por ejemplo, el equinoccio astronómico de marzo en el hemisferio occidental ocurrió el miércoles 20, y la primera Luna Llena posterior fue el jueves 21 en muchas zonas horarias, con lo que la Pascua debería haberse celebrado el domingo 24.

La Luna Llena eclesiástica, sin embargo, tuvo lugar el 20 de marzo, un día antes del inamovible equinoccio del 21, y por esa razón la fecha de la Pascua se basó en la próxima Luna pascual del jueves 18 de abril, lo que hizo que la fecha de la Resurrección recayese el domingo 21 de ese mes.

Fake news

Este año 2021 en el que todas las semanas de febrero comenzaron un lunes y terminaron un domingo (lo que dio lugar al hoax o mito urbano bautizado “Miraclein”), la Luna pascual tuvo su máxima luminosidad el Domingo de Ramos, es decir, la Semana Santa empezó con la Luna Llena.

Las redes sociales reprodujeron sin recato una afirmación para incautos cuanto menos cándida:

Febrero de este año [2021] tiene:
4 lunes, 4 martes, 4 miércoles, 4 jueves, 4 viernes, 4 sábados y 4 domingos.
¡Esto sucede una vez cada 823 años!

Chequeado

Si se toma al pie de la letra, ya es falsa por completo porque, salvo durante los años bisiestos en que suma 29 días, febrero siempre repite 4 veces los días de la semana, simplemente debido a que su duración es 4 veces 7.

Si en cambio se verifica en el orden preciso “lunes-martes-miércoles-jueves-viernes-sábado-domingo”, la reiteración se alterna según un ciclo de 6-11-11 años, como sucedió en 1993, 1999, 2010, pasa en 2021, y volverá a ocurrir en 2027, 2038, 2049.

Días sí y días no

El fenómeno de la Luna Llena en el Domingo de Ramos ya había ocurrido en 1999 y 2010.

Lo que sí es más excepcional es la fecha más temprana posible de la Pascua, el 22 de marzo, que sólo se dio en 1761 y 1818, para volver a producirse tras una pausa de 467 años en 2285 y 2353, con una frecuencia del 4,83‰ o casi unas 5 veces cada 1.000 años.

La fecha más tardía para la Pascua, el 25 de abril, tampoco se repite demasiado seguido: la última vez fue en 1943, y recién volverá a repetirse en 2038, con una periodicidad del 7,37‰, algo más de 7 ocasiones por milenio.

En sentido contrario, la fecha más reiterada de celebración de la Pascua es el 19 de abril (3,867%), a razón de casi 4 veces cada 100 años –durante el siglo 20 sucedió en 1908, 1981, 1987 y 1992– secundada por el 18 de ese mes (3,463%) –que ocurrió en los años 1954, 1965 y 1976 de la misma centuria– cerca de 3,5 veces por siglo.

La secuencia completa de las fechas de la Pascua cristiana se reitera de modo idéntico (en condiciones abstractas, claro está) cada 5,7 millones años.

Al ritmo de la Luna pascual

Luna pascual: la Resurrección de Jesús Cristo el domingo de Pascua.
“La Resurrección de Jesús Cristo”, obra del pintor italiano Paolo Veronese, “El Veronés”, circa 1570.

Siempre que miremos al cielo y no haya impedimentos, durante la Semana Santa veremos en lo alto a la Luna gibosa menguante (6ª fase) en su transición desde la Luna Llena (5ª fase) al Cuarto Menguante (7ª fase), como lo quiere la tabla pascual de Dionisio el Exiguo.

El Computus “dionisíaco” fue sucedido por numerosos intentos como los antropocéntricos del Renacimiento basados en el número áureo y fórmulas todavía más complejas; el cálculo del tiempo lunar fue ajustado y precisado con el paso de los siglos.

En la actualidad se utilizan métodos como la fórmula de Gauss o el algoritmo de Butcher del Almanaque Eclesiástico, válido entre 1583 y 2499, para el cómputo certero de la fecha de la Resurrección.

La Luna pascual rige a la Semana Santa y a una serie de conmemoraciones de la cristiandad, dentro de los plazos astronómicos del calendario gregoriano en uso.

Si bien el tiempo gregoriano perfeccionó los cálculos previos del calendario juliano, tiene ligeras diferencias respecto al tiempo astronómico real de nuestros días.

Ya por las divergencias en la duración exacta del año solar promedio, ya por la desaceleración de la velocidad de rotación de la Tierra que hace que los días sean un poco más largos en escalas de miles de años, el Computus del largo plazo lidia sin remedio con la exactitud absoluta de la matemática.

La luna pascual en el calendario

Las principales celebraciones cristianas de fechas variables de 2021, adecuadas al tiempo de la Luna, son:

  • 17/02: Miércoles de Ceniza (inicio de la Cuaresma)
  • 27/03: Sábado de Pasión (víspera del Domingo de Ramos)
  • 28/03: Domingo de Ramos (inicio de la Semana Santa, Entrada Triunfal en Jerusalén)
  • 01/04: Jueves Santo (Última Cena y Arresto de Jesús)
  • 02/04: Viernes Santo (Via Crucis, Crucifixión y Sepultura)
  • 03/04: Sábado de Gloria
  • 04/04: Domingo de Resurrección (Pascua)
  • 13/05: Ascensión (40 días después de la Resurrección)
  • 23/05: Pentecostés (50 días después de la Resurrección)
  • 30/05: Santísima Trinidad (el domingo posterior a Pentecostés)
  • 03/06: Corpus Christi (el jueves posterior a la Santísima Trinidad)
Veronese: Luna pascual en el cielo de la Semana Santa.
Llena o gibosa menguante, la Luna pascual acompañará a la Semana Santa de la cristiandad tal y como señalan los Evangelios en el relato de la muerte y resurrección de Jesucristo.

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