
¿La era oscura?
Desde el inicio de las civilizaciones, la humanidad ha acumulado de manera progresiva, y con una aceleración creciente que quizás se disparó con más ímpetu a partir de las ideas de Darwin, una enorme cantidad de saber sobre la Tierra, el único planeta conocido que puede albergar vida en su superficie. La era oscura que significó el medioevo europeo fue apenas una tregua en el registro constante del aprendizaje humano. Toda esa vasta experiencia acerca del pasado cercano y distante del Planeta, del clima y sus variaciones, de los patrones de migración de aves y peces, de los ciclos de polinización de las plantas, del equilibrio de los ecosistemas, de la intrincada trama de la biodiversidad, se vuelve sin embargo –y sin que podamos hacer nada en contrario– una sabiduría cada vez más obsoleta.