Generación Y: los jóvenes del futuro llegaron hace rato

También conocida como la Generación del Milenio, la Generación Y comprende a los nacidos entre 1981 y 2000, aunque no hay fechas establecidas con certeza. Los Millenninals son jóvenes activos, hipersociales, que priorizan su tiempo libre al trabajo, consideran a Internet como forma principal de comunicación, viven el momento y buscan intensamente la felicidad.

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El término Generación Y se utilizó por primera vez en la editorial de agosto de 1993 de la revista Ad Age (publicación especializada en la industria publicitaria y del marketing, con más de 2024 años en el mercado) para describir a los adolescentes de la década de 1990 en adelante, diferentes de los de la Generación X.

“La comodidad del hogar, la mesa de un bar, o el banco de una plaza, en contacto con un lugar más libre, placentero y lejos de la oscuridad de una oficina.

Desde entonces, la editorial Abbey Klaassen, propietaria de Ad Age, ha utilizado en más de una ocasión al año 1982 como fecha de inicio a partir de la cual se puede considerar a los miembros nacidos dentro de esta generación.

Se considera que la Generación Y es la sucesora de la célebre Generación X, que incluye a las personas nacidas desde principios de la década 1960 hasta el comienzo de la de 1980.

En la actualidad, los Millennials tienen entre 24 y 43 años. Asumen una visión frente a la realidad que se encuentra fuertemente influída por el avance de la tecnología, porque fueron los primeros en vivir el boom tecnológico. Hay un subgrupo de entre 21 y 30 años denominado “chicos de la cultura wiki” (por Wikipedia) o también “Google generation”.

En lo que respecta a sus ideales, motivaciones y aspiraciones, los Millennials de la Generación Y difieren mucho con la visión de sus padres, lo que impacta de lleno en su estilo de vida, de consumo y hasta de ahorro.

Feroces defensores del medio ambiente y pretores del Planeta en contra el calentamiento global, los individuos que conforman a la Generación Y conciben maneras más ecológicas y menos contaminantes para el transporte personal, como las bicicletas y monopatines, en tanto desdeñan a la vieja cultura del automóvil que develaba a sus antecesores.

Según una estimación de la auditora Deloitte, a nivel mundial este segmento de jóvenes representa más de 80 millones de personas, y se espera que para el año 2025 constituya el 75% de la fuerza laboral a nivel global.

Cómo son los miembros de la Generación Y

• Viven el presente: Los Millennials de la Generación Y procuran disfrutar del momento actual con intensidad, y de la misma manera buscan el camino hacia la felicidad en cada cosa que emprenden.
• Persiguen experiencias laborales y profesionales: El apego de los Millennials por su trabajo no es animoso si la actividad que desarrollan ya no presenta desafíos y deja de brindarles motivaciones para seguir en una organización. Están más preocupados por nutrirse de distintas experiencias laborales, que de llenarse los bolsillos cada principio de mes en lugares estáticos donde, ni su opinión, ni su forma de expresión personal es tenida en cuenta.
• Prefieren trabajos free-lance: La comodidad del hogar, la mesa de un bar, o el banco de una plaza les permiten estar en contacto con un lugar más libre, placentero y lejos de la oscuridad de una oficina. Los Millennials de la Generación Y estudian sólo lo que les interesa:  en Latinoamérica, más del 70% elige su carrera por gusto personal, y sólo el 9% lo hace como salida laboral.

• No pueden vivir sin internet: Si bien la premisa parece un tanto fatalista, lo cierto es que la Generación Y no concibe a la comunicación por fuera de los alcances de la tecnología. De hecho, muchas de las cosas que estos jóvenes hacen, como chatear, trabajar, mirar películas, comprar productos, se realiza por medio de una notebook, tablet o smartpone de última generación. En Argentina, según los resultados de la consultora ComScore obtenidos gracias a un estudio encargado por la red social Facebook, el 90% de las personas que integran el segmento de entre 22 y 41 años revisa por lo menos una vez al día lo sucedido a través de su cuenta; y al menos la mitad utiliza el servicio de mensajería instantánea WhatsApp para estar comunicado con sus amigos y familiares.

• Son súper sociales: La mayoría de los jóvenes latinoamericanos de la Generación Y tiene perfiles en redes sociales y comparte su vida, comenta y consulta en ellas, actividad que se realiza casi en su totalidad a través de sus teléfonos inteligentes.
• Adquieren conocimientos “2.0 ”: Los millennials son jóvenes participativos, les gusta compartir sus conocimientos, apoyan la moción de democratizar la información y disfrutar de los contenidos de manera gratuita, al tiempo que son consumidores activos y, antes de comprar, buscan y escuchan opiniones, generan y comparten información y son muy sensibles a las experiencias online; los integrantes de la Generación Y son desconfiados de lo que las empresas les dicen (sobre todo las grandes multinacionales) y chequean e investigan en la web antes de tomar cualquier decisión.
• Disfrutan de viajar y conocer: La Generación Y prefiere el viajar, el relax y la inversión en experiencias por sobre la adquisición de bienes materiales. Es por eso que tampoco se interesan en “el sueño de la casa propia”, ni en su propia movilidad.

 

En definitiva, los desafíos que plantea esta nueva generación implican nuevas formas de pensar y de actuar que superan, para bien o para mal, las maneras establecidas de hacer las cosas en lo relacionado con las visiones de la política, la economía, la religión, la identidad cultural y la tecnología digital, entre otros aspectos de la vida cotidiana de hoy.

Sucesores de 5 generaciones del siglo 20 –la Generación Perdida, la Gran Generación, la Generación Silenciosa, los Baby Boomers y la Generación X– los Millennials anticipan a la incipiente Generación Z, todavía en la infancia y albores de la adolescencia.

La clave, para el resto de quienes no integran a esta Generación Y, está en poder convivir con ella y lograr en algún punto la mutua aceptación, como primera instancia, para conseguir luego la participación y el diálogo para un encuentro de pleno y de mutuo crecimiento personal, profesional y laboral.