El sistema de delivery con soporte en línea PedidosYa y el chivito uruguayo –dos “grandes valores” que merecieron sendas notas en nuestro sitio– poseen, además de su calidad de “charrúas” (apelativo cariñoso para todo lo que provenga de la República Oriental del Uruguay) un vínculo muy especial: tal vez el uno nunca habría sido posible sin el otro. La loca historia de ambos emprendimientos orientales, separados 65 años en el tiempo, es tan singular y atípica, que merece la pena conocerse. En “El chivito…” contábamos el nacimiento del popular plato; en este caso, resumimos la evolución de Pedidos Ya.
Cuenta la leyenda (y lo refrendan los protagonistas de la leyenda, Ariel Burschtin, Álvaro García y Ruben Sosenke –sí, Ruben, no Rubén– ante quien quiera oírlo) que todo comenzó una mañana de 2007, al inicio del dictado de la materia Actitud Emprendedora de la Facultad de Ingeniería de Sistemas en el Centro de Innovación y Emprendimientos de la prestigiosa Universidad ORT, en la calle Cuareim 1447, Montevideo, Uruguay.
“Si tuviera una página web donde el usuario pudiera ir eligiendo los gustos que quiere, para que después se reciba en una computadora, quedaría registrado y el pedido te llegaría perfecto.
Álvaro García y Ariel Burschtin eran compañeros de curso en Actitud Emprendedora, y en determinado momento el docente titular de la cátedra planteó un desafío singular.
El primer ejercicio presentado a la clase, pensado para ese tipo de personas que siente que quiere hacer algo propio y destina buena parte de su pensamiento a buscar las ideas que lo vuelvan realidad era pensar un negocio innovador en apenas 10 minutos y presentarlo al resto de la concurrencia.
Los amigos pusieron cerebro en marcha y manos a la obra, basados en una contrariedad cotidiana que torturaba a un amigo de la infancia, Ruben Sosenke:
—Hay una chivitería [Chivitos Marcos] a la que pido delivery, que es muy buena, pero siempre se equivocan en algo del pedido. Les pedís que te corten el chivito al medio, y te lo traen entero; les pedís tomate, y te traen sin tomate. Si tuviera una página web donde el usuario pudiera ir eligiendo los gustos que quiere, para que después se reciba en una computadora, quedaría registrado. No habría ruido en el teléfono, no te daría ocupado, estaría todo automatizado, y no tendrían cómo errarle, el pedido te llegaría perfecto.
Ariel y Álvaro imaginaron un sitio en Internet que mejorara el servicio de la chivitería favorita de Ruben –el chivito es una de las comidas más características del Uruguay desde mediados del siglo 20– pero en el fervor de la tormenta de ideas, el dúo se dio cuenta de que la noción podía aplicarse a cualquier tipo de restaurante que contara con envíos a domicilio.
Mejor todavía, “democratizaría” a todo el servicio de entregas a domicilio, sin discriminar a chicos de grandes, le permitiría a cada restaurante moverse de acuerdo con sus posibilidades reales, y dejaría ingresar a la formalidad a un sinnúmero de pequeños locales sin infraestructura para crecer dentro del modelo tradicional. Ruben, por fin, tendría el chivito (ver “Chivito uruguayo: de Punta del Este a Pedidos Ya”) como lo había pedido.
Al apoyarlo en la ubicuidad de Internet, el concepto del pedido online podía llevarse de Montevideo a todo el Uruguay, e incluso al resto de los países de Latinoamérica, sin demasiado esfuerzo.
La noción era tan radical y tangible, se sentía tan poderosa, que decidieron inventar una respuesta ficticia al reto para no revelarla a la clase (“no avivar giles”) y así encubrir sus propósitos verdaderos. A su debido tiempo conversarían sobre la idea con las autoridades de la ORT.
A la hora de presentar las proposiciones, el equipo resolvió la cuestión con la propuesta de “un data center con base en EE. UU.” que pretendía demostrar que Internet permitía alojar enormes cantidades de información con independencia de su ubicación geográfica y física. Del chivito a domicilio, ni “me”.
No contar el truco para mantener la magia
Al finalizar la clase, la decisión que cambiaría sus vidas ya estaba tomada: buscarían a Ruben, que a la sazón era también un experto en tecnología (Analista en TI de la ORT), para participarlo como socio; en palabras de Álvaro:
—Apenas terminado el ejercicio, salimos como locos y estuvimos una hora charlando de cómo llevarlo a la práctica; al mes se nos unió Ruben y hecho el trío nos alquilamos una oficina en el centro (cerca de la Facultad) financiándonos con proyectos como freelancers y en paralelo desarrollando nuestro PedidosYa. Esto dio pie al nacimiento de Evolutiva, la empresa que comercializa el servicio y otras líneas de negocios, de la cual Ariel, Ruben y yo somos socios.
El trío se lanzaría de lleno a poner en marcha el proyecto de lo que sería luego PedidosYa a través de aquella firma, a la que bautizaron Evolutiva Soft, cuyo sitio en Internet (hoy desactualizado por completo) aún sigue registrado y vigente.
El staff ejecutivo de Evolutiva Soft –y la totalidad del equipo de trabajo– distribuía el desarrollo comercial y las ventas en Ariel Burschtin, el derarrollo de imagen coporativa y de productos en Álvaro García, y la gestión de la tecnología de información en Suben Sosenke.
En agosto de 2007, los entrepreneurs se presentaron ante el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) de Uruguay para intentar conseguir el apoyo, con el soporte incondicional de la ORT; mientras tanto, vivían de pequeños desarrollos a medida como software factory para empresas de tecnología y acaso, cada tanto, llamaban a Chivitos Marcos para probarse la necesidad de PedidosYa.
Tres semanas más tarde, el grupo trabajaba a tiempo completo en el nuevo emprendimiento, que recibió ni bien comenzado 2008, el apoyo financiero del MIEM, en el marco del Programa de Desarrollo de Nuevos Emprendedores.
El chivito que alguna vez inventara Antonio Carbonaro en El Mejillón Bar de Punta del Este para satisfacer a una turista ansiosa, había inspirado una idea genial que estaba a punto de volverse materia, aunque más no sea desde un punto de vista tradicional del negocio.
PedidosYa y el chivito uruguayo: humo en tus ojos
Cuando una idea es buena, provoca adhesiones; cuando es disruptiva, puede generar euforia. El arranque de PedidosYa se produjo de modo absoluto en la intangibilidad del concepto, sin presentaciones, sin nada para mostrar, sin el más mínimo desarrollo material. Y fue explosivo, como a su manera lo fue en 1944 el nacimiento del chivito de Antonio Carbonaro en El Mejillón Bar de Punta del Este, que acabaría por transformarse en una comida nacional.
En la euforia del startup, el trío no paraba de hacer contactos y buscar inversionistas. El martes 2 de diciembre de 2008, Álvaro García escribía en un foro, llamado Qué dice la gente, de la revista Infonegocios:
—Soy estudiante a punto de recibirme de licenciado en sistemas de la Universidad ORT Uruguay. Quisiera saber con quién me podría contactar para poder solicitar nos realicen una nota o un anuncio de mi proyecto de fin de carrera, el cual ya está funcionando. PedidosYa! se trata de un sitio web que centraliza la oferta gastronómica de Montevideo y a su vez permite realizar pedidos online (a través de la web). Está enfocado a aplicaciones web 2.0 al estilo de Facebook, Google, etc. Desde hace un año estamos emprendiendo esta iniciativa en una oficina ubicada en el centro, y hemos recibido el apoyo por parte del MIEM, Universidad ORT, Centro de Emprendimientos Tecnológicos de la Universidad ORT y la ANII. Salimos en la revista Vayven en la sección de gastronomía y en el diario El País. Ya poseemos más de 1.000 usuarios y está creciendo gracias a una campaña de marketing viral que estamos realizando.
Los socios fundadores presentaron el proyecto en la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) del Uruguay mucho antes de crear siquiera el borrador del sitio en Internet que gestionaría los servicios de PedidosYa. No contaban ni con los fondos, ni con la tecnología, ni con el know-how, pero les sobraba audacia. A principios de 2009 obtuvieron por fin un subsidio de U$S 20 mil de la ANII para el desarrollo de la plataforma y la gestión de las áreas de marketing y comercialización. En términos concretos, habían “vendido humo”, y el humo se había diseminado por los lugares más inesperados.
De Montevideo al mundo
Con apenas 3 empleados en la empresa (los fundadores), el primer prototipo del sistema de pedidos se puso a prueba con un total de 40 restaurantes de la capital uruguaya unos meses después (es soprendente cómo hoy, si se filtran sólo los restaurantes que envían chivito en Montevideo, hay al menos 100 que lo llevan hasta el domicilio consignado).
PedidosYa 1.0 era un sitio web relativamente modesto en el uso de recursos visuales, pero muy práctico, dinámico y eficiente para cumplir con lo que debía: perfeccionar el delivery.
La incorporación de un call center y el área de soporte técnico vino de la mano del apoyo comercial, económico y estratégico del Fondo Emprender (componente financiero del Programa Integral de Apoyo a la Empresarialidad Dinámica (Red Emprender) junto con la Red de Inversores Ángeles, administrados por Prosperitas Capital Partners), que otorgó un capital semilla de U$S 50 mil en octubre de 2009.
En octubre de 2009 se lanzó PedidosYa 2.0, en tanto el servicio se extendía a Argentina, Chile y Puerto Rico. Los errores y las inconsistencias de la beta –la versión primitiva– se tradujeron en mejoras sustanciales.
«El Fondo Emprender fue vital para transformarnos de un emprendimiento local en una compañía con presencia internacional. Contar con el apoyo de Fondo Emprender y el asesoramiento de Prosperitas Capital Partners fue un buen aporte para consolidar la empresa y mejorar nuestra posición para negociar con Atómico e inversores privados del exterior.”
—Alvaro García, socio fundador PedidosYa!
- Ariel era el gerente general: sobre sus hombros recaía la proyección, la planificación financiera, los contactos con los inversionistas y la coordinación de las diferentes áreas.
- Ruben era el gerente de tecnología: estaba encargado del equipo de desarrolladores que puso en marcha y mantuvo en funcionamiento la plataforma.
- Álvaro era el gerente de marketing, de producto y del área inteligencia de negocios: se enfocaba en ofrecer servicios de análisis a las distintas áreas de la empresa.
En 2010, cuando el servicio sumaba unos 7.000 usuarios y facturaba –en febrero– unos U$S 20 mil en transacciones, el Fondo Emprender volvió a apostar por PedidosYa, que recibió una inyección de capital destinada a implementar el servicio de pedidos en línea en los restaurantes de dos mercados descomunales: Buenos Aires, en Argentina, y São Paulo, en Brasil.
Cada mercado era muy particular: el mercado de Chile, por ejemplo. con la cuarta parte de la oferta de restaurantes respecto al mercado de Uruguay, duplicaba el número de transacciones, lo que lo volvía un destino apetitoso para el negocio. El afianzamiento de la compañía llevaba al promedio de pedidos diarios por restaurante, de 5 a 10 pedidos (para la versión inicial) a más de 30 ó 40 envíos (para la nueva plataforma). Ya no se trataba tan sólo de conseguir un chivito tal y como uno lo esperaba.
A comienzos de 2011, PedidosYa recibió una inversión más que trascendente de parte de Atomico, la compañía de Venture Capital creada por Niklas Zennström (cofundador del servicio de comunicaciones audiovisuales en línea Skype, hoy propiedad de Microsoft).
Casi al mismo tiempo, 3 hombres provenientes de MercadoLibre –en parte el modelo inspirador del que se tomaron las ideas de la logística y el delivery para trasladarlo a las comidas– Hernán Kazah (cofundador), Nicolás Szekasy (ex CFO) y Nicolás Berman (ex vicepresidente de publicidad) se incorporaron como miembros del Directorio de PedidosYa.
En un brief disponible en el blog de PedidosYa, la compañía cuenta algunos de los detalles que hacen a su forma de trabajo que aquí transcribimos.
*Datos de 2017.
Acerca de Pedidos Ya
PedidosYa es la compañía líder en pedidos de comida online en América Latina.
El servicio consiste en brindar una plataforma online simple, práctica y sin costo adicional que permite a los usuarios elegir su plato favorito dentro de miles de opciones disponibles y realizar su pedido a través del sitio web o las aplicaciones para iPhone, Android o Windows Phone.
Cuenta con un equipo de trabajo de más de 350 integrantes con oficinas en Argentina, Brasil, Chile, Panamá, Paraguay y Uruguay.
- 4 oficinas
- Más de 400 ciudades
- Más de 350 empleados
- Más de 15.000 restaurantes online
- Más del 80% de pedidos a través de móviles
- Más de 8 millones de descargas de la app PedidosYa
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