
La Ley de Convertibilidad fijó la paridad cambiaria inamovible del dólar en 10 mil Australes en abril de 1991 y creó el Peso Convertible a partir del 1 de enero de 1992, moneda que según su ideólogo depararía “más de 6 décadas de crecimiento y prosperidad”, pero luego de desintegrarse sin remedio fue derogada el 6 de enero de 2002.
Manuel Belgrano.