El jugo de naranja Tropicana y el calentamiento global.

El calentamiento global y el jugo de naranja

Calentamiento global: ¿qué tan verde es mi naranja?
El jugo de naranja fresca es una fuente de vitamina C y antioxidantes naturales que ayudan a mantener un equilibrio nutritivo.

La mayoría de los elaboradores de jugos ‘naturales’ nos los presentan como uno de los alimentos más puros, simples y frescos que podemos llevar con tranquilidad a nuestros vasos. Pero detrás de esta imagen virtuosa se ocultan formidables etapas de desarrollo y procesamiento que, no sólo adulteran al alimento en sí: también implican un derroche de recursos naturales, emisiones contaminantes y alteraciones colosales de los ecosistemas enmascaradas tras una idea de equilibrio verde que no es tal.


Una persona que pueda lograr una dieta equilibrada y nutritiva no necesita el complemento de los jugos de naranja elaborados para obtener el máximo de vitaminas y antioxidantes.

Los jugos de naranja envasados como productos industriales elaborados surgieron de la necesidad de suministrar vitamina C y antioxidantes a los soldados que luchaban en los frentes de batalla durante la Segunda Guerra Mundial. Si bien el jugo de naranja contiene cantidades abundantes de ambas sustancias, una vez abiertos los envases, se deterioran con rapidez, y los nutrientes que proporcionan son de una calidad muy inferior.

Una persona que pueda lograr una dieta equilibrada y nutritiva no necesita el complemento de los jugos de naranja elaborados para obtener el máximo de vitaminas y antioxidantes.

Para empezar, los jugos, de naturales tienen sólo el nombre: si son concentrados, la materia prima pasa por un proceso de deshidratación en el que se pierden sabor y nutrientes; si no lo son, primero se los pasteuriza, y luego se los ‘desairea’ para que no se oxiden, y así se repiten las pérdidas.

En cualquiera de los casos, se les agregan estabilizantes, colorantes, saborizantes, edulcorantes, emulsionantes y conservantes de acuerdo con los gustos y preferencias de cada ciudad, región o país: el sabor de un jugo no es el mismo en Argentina que en Brasil, España o Estados Unidos.

El calentamiento global y el jugo de naranja envasado.
El jugo de naranja envasado sufre procesos industriales complejos que alteran las propiedades del jugo de naranjas enteras original.

El gusto final puede ser agradable para el paladar, pero clamar que el brebaje resultante es “natural” es forzar a la veracidad de las palabras.

Se ha demostrado que, así como el consumo regular de frutas y hortalizas frescas reduce considerablemente el riesgo de contraer diabetes, la ingesta diaria de jugos envasados, aún en cantidades pequeñas, está asociada con un crecimiento relevante del peligro de volverse diabético.

El jugo de naranja envasado contiene todos los azúcares –incluso los que no están presentes en la fruta entera– pero carece de los co-factores necesarios para metabolizarlos, que sí están contenidos en la naranja sin exprimir.

  • Un vaso diario de jugo de naranja envasado eleva el riesgo de diabetes en un 24%, en tanto
  • Un vaso al día de gaseosa o de otro refresco azucarado apenas entre el 6 y el 15%.

 

¿Qué tan verde es tu jugo de naranja?

La practicidad y comodidad suelen seducir al consumidor desprevenido. Si bien hay marcas como Tropicana que ofrecen jugo de naranja verdadero, una vasta mayoría de los productos que se venden en el mercado, no sólo carecen de los nutrientes esenciales presentes en el jugo natural (en especial los azúcares complejos), sino que ni siquiera contienen fruta.

Buena parte de los jugos se comercializan con la leyenda “reforzado con vitamina C”; aunque es cierto que cuentan con vitamina C agregada, la cantidad total queda muy por debajo de la que se obtiene de un jugo hecho en casa.

Mirá el video de la Revista del Consumidor de MéxicoEstudio de calidad de los jugos envasados

Es una tarea crucial asumir con responsabilidad social empresaria (RSE) la revisión de los hábitos de consumo para gestionar una educación integral que observe las premisas del desarrollo sostenible.

¿Cómo repercutiría en el imaginario público la divulgación de estos datos si, además, comprobáramos que la producción de un solo vaso de jugo de naranja envasado puede incidir de manera ostensible en la generación de gases de efecto invernadero (GEI) de origen humano?

Las huellas ocultas del calentamiento global

La huella de carbono en el calentamiento global.
Las emisiones de gases de efecto invernadero necesarias para la elaboración de cualquier producto terminan por trazar una huella de carbono que debe ser controlada y reducida.

Carbon Trust es una certificación creada por el gobierno británico que se concede a los productos de venta masiva en la que se expresa la “huella de carbono” –la cantidad de GEI emitidos de forma directa o indirecta– producida con su elaboración.

Pero la huella de carbono apenas cuenta una parte de la historia.

Para obtener un vaso de jugo de naranja envasado, se requieren unos 2 vasos de combustible diesel, pero también unos 1.000 vasos de agua para riego, y unos 22 vasos más para agua de procesamiento.

Además, los cultivos presentan niveles preocupantes de plaguicidas, y puede documentarse el uso de mano de obra infantil y trabajo esclavo en la recolección de los grandes establecimientos productores de naranjas, más allá de la deforestación que se ejecuta para dar cabida a las explotaciones citrícolas.

En 2009, PepsiCo –entre otros productos, la propietaria de Pepsi y fabricante de refrescos, snacks y cereales– contrató a un grupo de expertos para que determinaran la huella de carbono que deja un vaso de su jugo de naranja Tropicana y cuánto contribuye en acelerar el calentamiento global.

Tropicana y el calentamiento global: gráfico descriptivo.
Un vaso de Tropicana deja una huella de carbono en cuya traza, más de un tercio de las emisiones se dan en la fase sólo agrícola.

Como era de esperar, los informes confirmaron que las actividades de consumo intensivo de energía, como el procesamiento industrial y el transporte del producto elaborado, provocaban emisiones significativas.

Sin embargo, la mayor fuente de GEI –casi un 33% del total– resultó ser el cultivo de las plantas de naranja: las plantaciones de citrus, como la mayoría de las explotaciones agrícolas, utilizan una gran cantidad de fertilizantes nitrogenados cuya diseminación produce potentes emisiones de GEI.

Los auditores de PepsiCo llegaron a la conclusión de que,

  • por cada cartón de jugo de naranja Tropicana de 1,89 litros
  • se emiten a la atmósfera 1,7 kg de CO2 (dióxido de carbono), el principal GEI responsable del calentamiento global

 

La traza de emisión de GEI de Tropicana

En todo el ciclo productivo de Tropicana, las fuentes de emisión de CO2 se reflejaron en los siguientes datos:

  • 60% en la producción del jugo, de lo cual corresponde diferenciar
    • 62% en la producción agrícola
      • 57% en la producción y aplicación de fertilizantes nitrogenados
      • 3% en transporte relacionado con el cultivo
    • 38% en el procesamiento industrial
      • 30% en gas natural
      • 8% en electricidad
  • 22% en la distribución
  • 15% en la confección de los envases
  • 3% en el uso y eliminación de residuos

Quedan fuera de la huella de carbono de Tropicana algunos indicios capitales como los recursos necesarios para enfriar y mantener la temperatura del jugo de naranja para su consumo, lo que amplía visiblemente el total de emisiones reales.

Calentamiento global, marketing, mentiras y etiquetas

El calentamiento global y el jugo de naranja Tropicana (publicidad gráfica).
El interés de los consumidores en saber cuál es el impacto que provocan las empresas en el calentamiento global indujo a PepsiCo a solicitar la certificación Carbon Trust.

El interés y la RSE de PepsiCo en la determinación de la huella de carbono de sus productos surgieron en Inglaterra, donde la ansiedad de los consumidores por conocer el impacto sobre el calentamiento global y avanzar hacia una economía de baja emisión de carbono es mayor que en otras partes del mundo.

La inciativa –que muchos esperan se vuelva una tendencia– de PepsiCo fue una de las primeras en proporcionar a los consumidores una idea concreta de la huella de carbono de un producto de consumo masivo preciso, en sintonía con las presiones gubernamentales para controlar y reducir las emisiones.

El consumo de naranjas enteras frescas, como contraparte de los jugos envasados, importa ventajas adicionales, más allá de las puramente alimenticias.

Empresas como IBM, Nike, Coca-Cola, Apple, Google, Yahoo y Dell también han tomado medidas de RSE para regular las emisiones de GEI y ceñir la huella de carbono, con la promesa de convertirse en “carbono neutrales”.

Estos datos le sirven también a la misma PepsiCo para limitar las demandas de energía ante la incertidumbre respecto a los precios eventuales y a la capacidad de abastecimiento futuros.

Si bien los ambientalistas aplauden a los esfuerzos de las grandes compañías para la merma en la huella de carbono, algunos competidores se quejan de que los números y las estimaciones responden más a operaciones de marketing que a auténticas intenciones de RSE.

Las etiquetas con certificación Carbon Trust pueden aplicarse de diferentes maneras, y no queda clara la forma en que los datos de huella de carbono pueden usarse para comparar distintos productos, o hasta aseverar que un producto no tiene impacto alguno sobre el calentamiento global.

Por lo pronto, PepsiCo extendió la difusión de la huella de carbono de Pepsi, Pepsi Diet y Gatorade, y más tarde del resto de productos alimenticios.

Jugo de naranjas frescas exprimidas: calentamiento global versus enfriamiento corporal.
Una dieta que privilegie el consumo de vegetales frescos es buena para las personas y muy buena para el Planeta.

Entretanto, los nutricionistas y los entusiastas de la alimentación sana insisten en la necesidad ineludible de comer productos vegetales frescos por sobre cualquier otra alternativa.

El consumo de naranjas enteras frescas, como contraparte de los jugos envasados, importa ventajas adicionales, más allá de las puramente alimenticias:

  • como no es posible trasladar a las frutas durante mucho tiempo ni a grandes distancias, en general se obtienen de campos relativamente cercanos al lugar adonde vive el consumidor y así
    • se minimiza la incidencia del transporte de distribución
    • no se requieren envases para la entrega al público
    • sólo se producen residuos orgánicos inocuos 100% biodegradables
  • las plantaciones más pequeñas, muchas veces orgánicas, y los microentornos productivos locales benefician a la economía regional
    • tanto por la demanda de mano de obra,
    • como por la mayor circulación interna

Al cabo, el jugo de naranjas frescas exprimidas en el momento de alimentarse termina por ser, no sólo saludable para las personas, sino también un grano de arena más que cada uno puede aportar en la pugna por defender el equilibrio sostenible para el planeta Tierra.

Por eso, antes de tomar una decisión acerca de qué hacer cuando uno tiene ganas de saborear un rico jugo de naranja, bien es válido entonces preguntarse: ¿qué tan verde es mi naranja?

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10 de junio: Día del Trabajador de la Carne de la República Argentina.