Octubre es el Mes de Sensibilización sobre el Cáncer de Mama –o más llanamente el Mes del Cáncer de Mama– y se celebra en todo el mundo para incrementar la atención y el apoyo a la difusión, toma de conciencia, prevención, detección precoz, tratamiento y cuidados paliativos de esta extendida patología que afecta en especial a las mujeres.
El cáncer de mama es el más frecuente entre las mujeres, tanto en los países desarrollados, como en los países emergentes.
En las naciones de ingresos bajos y medios, la incidencia del cáncer de mama ha aumentado constantemente en los últimos años debido al incremento en la esperanza de vida y a la adopción de modos de vida con hábitos que acrecientan los factores de riesgo, pero también por la falta de políticas de salud adecuadas.
En América, el cáncer de mama es el tipo de cáncer más común y la segunda causa de muerte por cáncer entre las mujeres.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) estima que se diagnostican más de 462 mil casos por año, de los cuales casi 100 mil (más del 20%) terminan con la muerte de las pacientes.
Si se mantienen las tendencias actuales, para 2030 la incidencia habrá aumentado en el orden del 46% sólo en el continente americano.
La toma de conciencia y la comprensión cabal de los riesgos de sufrir cáncer de mama, el conocimiento de los primeros signos y síntomas para la detección precoz, y la sensibilización del público en general sobre la salud mamaria es una parte central en el enfoque de la salud pública para mitigar los efectos de esta enfermedad.
La Responsabilidad Social Empresaria (RSE) juega un papel fundamental en la difusión de información relevante para la prevención y el cuidado de la salud individual y social.
Cáncer de Mama y desarrollo
En los países con ingresos más elevados, los programas de cribado (tamizado) instituido a través de mamografías han permitido el diagnóstico muy precoz del cáncer de mama. El tratamiento temprano y eficaz ha llevado a la reducción de la mortalidad y al mejoramiento de la calidad de vida de las pacientes con cáncer de mama.
En entornos donde los recursos son limitados, la implementación de estos programas es por demás dificultosa, y los resultados son proporcionalmente más graves.
Los conocimientos sobre las causas del cáncer de mama son escasos, razón por la cual la detección precoz es la base de toda la lucha contra esta cruenta enfermedad que, tomada a tiempo, es plenamente curable.
La detección temprana permite establecer un diagnóstico adecuado y disponer de un tratamiento eficaz para que las posibilidades de curación sean muy elevadas.
La detección tardía, en cambio, no posibilita ofrecer un tratamiento curativo y sólo es factible atenuar el sufrimiento de la paciente y sus familiares mediante cuidados paliativos especiales.
Dónde y cómo actuar
La mayoría de las muertes por cáncer de mama se registran en los países de ingresos bajos y medios, donde la mayoría de las mujeres son diagnosticadas cuando ya se encuentran en estadios avanzados, tanto por la desinformación como por la dificultad para acceder a los servicios de salud apropiados.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) fomenta programas integrales de lucha contra el cáncer de mama como parte de su estrategia general de combate contra el cáncer.
Las políticas de salud recomendadas para la detección precoz en los países de menores ingresos son el conocimiento de los signos y síntomas iniciales, y la exposición de cómo se realiza la autoexploración de la mama.
Los programas de detección mamográfica son, en general, caros y sólo viables en entornos urbanos con una buena infraestructura sanitaria.
La campaña de sensibilización que declara a Octubre Mes del Cáncer de Mama es una cuestión de la salud pública, pero además un deber para la RSE por sus enormes implicancias sociales, económicas y culturales.