¿A quién –que haya nacido antes o después– no le gustaría volver a la época de la “música disco”, las “permanentes”, la Atari, el Pac-man, o el mundial de fútbol de 1986 al menos por un día? ¿Te acordás? ¿Te enteraste alguna vez? ¡Comprobá cuánto sabés de la década de “los 80” en la Argentina con este test!

Barrilete cósmico
A comienzos de “los 80” en la Argentina, agonizaba la dictadura militar tras la derrota de Malvinas, y se preparaba el regreso a la democracia perdida casi una década antes.
Esos años de cambios políticos y sociales vieron florecer a las artes visuales, el teatro, la música, las publicaciones alternativas, la moda y los lugares no tradicionales, como el under.
Empezaron a aparecer las tribus urbanas como los punks, los darks y los rollingas, que se identificaban con estilos de latitudes distantes.
Todo era grande: las joyas, las hombreras, los accesorios, los peinados revueltos y voluminosos.
Todo era chico: los pantalones cortos, las camisetas, camisas y remeras, las tangas.
Trivia sobre “los 80” en la Argentina
Si sabés algo de la década de “los 80” en la Argentina de verdad, vas a reconocer el significado de palabras y frases reservadas para expertos.
¡Ponete a prueba!
Sui Generis
Si una palabra les es extraña a las generaciones nacidas a partir de 1990 es “rebobinar”: con la llegada de CD, DVD, y enseguida de Internet, ya no hubo nada que requiriese volver a ser enrollado.
Desaparecieron los cassettes (de audio, de video) a cuyas cintas era preciso ovillar hacia atrás para dejarlas de nuevo en el principio.
La birome era el instrumento esencial para rebobinar o destrabar un cassette maltrecho a mano, durante la década de los 80, cuando también florecieron los “videoclubes”.
Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, Virus, Sumo, Los Abuelos de la Nada, Soda Stereo, explotaban en la radio y se grababan en las caseteras que la tenían incorporada con suerte diversa.
Sólo en los 80
Los pibes se conocían en “asaltos” donde se jugaba a “la botellita” y, si había suerte, tocaba besarse, pero entonces se decía “apretar”.
Enfundados en sus jeans “nevados”, iban de viaje de egresados de la secundaria a Bariloche, participaban del concurso de Grisú y se desmayaban embriagados con un “destornillador”.
Las historias de amor que los marcaron a fuego fueron las de Tubby 3 y Tubby 4, cuando el debate era si se decía “sucutrule”, “sumbudrule” o “sumbutrule”.
Los teléfonos pesaban como 20 kg, no tenían teclado, y había que “discar” para hacer una llamada, que costaba “un ojo de la cara” (¿de dónde, si no?).
Bonus track de “los 80” en la Argentina
La censura por entonces era tan pacata, que las letras de las canciones de artistas familiares –lo era la italiana como Raffaella Carrà– tenían versiones especiales para que pudieran reproducirse en la Argentina.
He aquí “Hay que venir al sur”, en italiano “Tanti auguri” o “Los mejores deseos” (que no hablaba del sur sino de Trieste, Italia, y se convirtió también en un himno para la comunidad gay), tal y como llegó “suavizada” al país (los versos prohibidos están resaltada la derecha entre paréntesis).
…
Tuve muchas experiencias
Y he llegado a la conclusión
Que viviendo enamorada (Que perdida la inocencia)
En el sur se pasa mejor
Para enamorarse bien (Para hacer bien el amor)
Hay que venir al sur
Para enamorarse bien (Para hacer bien el amor)
Iré donde estás tú
Sin amores (Sin amantes)
Quién se puede consolar
Sin amores (Sin amantes)
Esta vida es infernal
…
Lo importante es que tú vayas (Lo importante es que lo hagas)
Cuando quieras tú (Con quien quieras tú)
Y si sufres, no lo pienses más (Y si te deja, no lo pienses más)
Espera que te pase (Búscate otro más bueno)
Y vuélvete a enamorar
…
Todos dicen que el amor
Es amigo de la verdad (Es amigo de la locura)
Para mi, que nunca miento (Para mí, que ya estoy loca)
Es la única realidad (Es lo único que me cura)
…