El color es la pieza clave en la ambientación de un evento: cada tinte, cada tonalidad, es capaz de aportar distintos significados y despertar sensaciones únicas en los participantes. La elección de colores debe ser cuidadosa y su aplicación precisa para conseguir los resultados deseados.
Desde la decoración general, hasta los pequeños detalles –como invitaciones, mantelería, vajilla y souvenirs– la elección y combinación de los colores es de suma importancia.
Además de los estímulos y sensaciones asociadas a los colores cuyo origen está en la cultura y la educación (como cuando hablamos de colores fríos y cálidos, o enérgicos y relajantes), existen verdaderos efectos en la percepción que se relacionan con cualidades objetivas que alteran a la fisiología.
Así, por ejemplo, hay estudios científicos que muestran que la luz roja provoca una elevada excitación que, sin embargo, hace percibir la duración del tiempo de un modo muy distinto a la que produce la luz azul, mucho menos estimulante.
Si bien la excitación luminosa hace que se acelere nuestro reloj interno y con ello aumente la tendencia subjetiva a percibir que el tiempo pasa más o menos rápido, el color predominante juega un papel aún más trascendental.
El uso prudente y orientado de los colores puede cambiar la percepción general de tu evento y proporcionar una experiencia diferencial favorable para potenciarlo.
El significado de los colores
- Amarillo: color alegre y vibrante. Relacionado con la calidez, los sentimientos y el optimismo. Estimula la satisfacción. Es una buena opción para espacios de juegos o de actividad.
- Rojo: dramático y poderoso, evoca confianza y elegancia. Asociado a la excitación y el ambiente festivo. Transmite diversión, amor y pasión. Estimula el apetito y disminuye la presión del paso del tiempo.
- Anaranjado: color feliz que invita a ser sociable, difícil de usar con consistencia. Estimula la ingesta y reduce la fatiga. Se usa en espacios donde se reciben visitas.
- Verde: representa vida y naturaleza. Evoca nuevos comienzos, esperanza, clama y relajación. En tonos oscuros transmite lujo y prestigio. Ideal para combinar con negro o blanco.
- Azul: elegante y tradicional. Invoca a la belleza y tranquilidad. Relajante y fresco para época de calor. Para eventos íntimos y personales, transmite calma, lealtad, fidelidad y confianza.
- Violeta: confiere dignidad y exclusividad. En tonos claros es femenino y relajante. En tontos más fuertes alude a la realeza o la aristocracia. Color intelectual que ayuda a la creatividad.
- Rosado: En sus tonos claros es relajante y femenino. En sus tonos más vivos da energía. Se utiliza para crear espacios elegantes y distendidos.
- Blanco: color clásico, sinónimo de pureza, elegancia y esperanza. Ideal para eventos tranquilos y calmos. Combinado con otros colores da más vida. Evitar su uso en exceso.
- Negro: color clásico, sinónimo de poder, elegancia, sofisticación y misterio. Usado en exceso puede verse sombrío. Vinculado a la modernidad.
- Gris: presume elegancia. Usado con tonos más vibrantes hace que se vea sofisticado. Perfecto para no apostar por lo extremos.
- Marrón: provoca ideas de tradición y familiaridad, entornos domésticos o naturales apacibles.
¿Y vos? ¿Qué color vas a usar en tu próximo evento?