A la hora de realizar una compra, contratar un servicio o hasta quizás, elegir un destino donde disfrutar de unas placenteras vacaciones, casi siempre recurrimos a la opinión o el asesoramiento de alguien de confianza. En los entornos virtuales, esta idea se mantiene siempre muy presente: es que con la llegada de la web 2.0 se abrió un panorama en el que la opinión de cualquier usuario puede generar una corriente de comentarios que, muchas veces son más efectivos y concretos que cualquier tipo de publicidad. Éste es el terreno fértil para el influencer.
Este tipo de comportamiento social podría definirse como el auténtico “boca por boca” cibernético, que algunas veces es valorado, y otras veces, es despreciado por las grandes marcas, aunque nunca ignorado.
El fenómeno global de las redes sociales ha dado lugar a la aparición de formas de cautivar audiencias que no tienen antecedentes en la historia.
Ya sea a través de Twitter, Instagram, YouTube, LinkedIn, WhatsApp, Facebook, Snapchat, Tumblr, Pinterest, un número relativamente reducido de individuos con capacidad de ejercer un tipo inédito de liderazgo se ha abierto camino para imponer su palabra y su impronta sobre miles y hasta millones de personas.
Se puede relativizar esta facultad de Flautista de Hamelin del influencer, pero al observar a Facebook con casi 1.600 millones de usuarios, YouTube con más de 1.000 millones y Whatsapp pisándole los talones, hay que pensarlo 2 veces.
Lo cierto es que en cualquier estrategia de marketing o posicionamiento de marca, cada vez tiene más relevancia la relación C2C (consumer to consumer) y en particular el papel del influencer.
Al grano: ¿Qué es un influencer?
Un influencer es un individuo que cuenta con cierta credibilidad sobre un tema concreto y, por su presencia e autoridad en las redes sociales puede llegar a convertirse en un prescriptor interesante para una marca.
Además de ser una persona a la que se le atribuye una presencia notable en las redes, el influencer es capaz de generar una enorme repercusión sobre una masa crítica de gente para que realice algún tipo de acción en favor del interés del anunciante y su marca.
El influencer pertenece a una generación de jóvenes también conocidos como millennials, y se destaca principalmente por su integración en las redes sociales y la necesidad de compartir la mayoría de sus actividades con sus amigos en Internet.
El poder empieza en YouTube
Separando los tantos, es importante destacar que la edad característica de los influencer oscila entre los 15 a 28 años, en algunos casos extendida un poco más allá de los 30: el 80% de las personas engendradas en esta tendencia nació luego del año 2000.
El influencer pertenece a una generación de jóvenes también conocidos como millennials, y se destaca principalmente por su integración en las redes sociales y la necesidad de compartir la mayoría de sus actividades con sus amigos en Internet.
No está del todo claro si el influencer es un invento o un descubrimiento de YouTube, pero sí es palmario que ahí está su cuna.
Aunque la mayoría de los consumidores de YouTube pertenece también a la generación de los millennials, no quiere decir que todos lo sean. De hecho, hay una gran variedad de videos cuya temática podría no ser muy entendible para alguien con 15 años.
Como con todo, los gustos son innumerables, por lo que el público objetivo y las visualizaciones son muy diferentes para los distintos segmentos y los distintos productos.
Influencer: ¿Hobbie o trabajo?
Podríamos diferenciar dos tipos de influencers: el nativo digital y la celebrity online.
El nativo digital es en teoría imparcial. A menudo es influencer de forma espontánea e inconsciente; le gusta una marca y la recomienda. Otras veces es contactado por las propias marcas para probar sus productos y luego aporta su credibilidad.
La celebrity online es básicamente eso: alguien influyente fuera de la Red (offline) que en un momento dado extrapola su popularidad a internet. Para las marcas, puede ser tan efectivo como la publicidad convencional, y hasta más económico.
En términos prácticos, YouTube presenta ciertas ventajas comparativas significativas respecto al resto de las redes sociales en materia de influencers: tanto la generación de contenidos, como su visualización, son en extremo sencillas en dispositivos pequeños, pero ubicuos, como los teléfonos celulares inteligentes (smartphones) donde el sitio de videos compartidos arrasa.
Y para no descuidar su negocio, la dueña de YouTube, Alphabet, es decir, Google, los coloca al tope de las búsquedas orgánicas en el apartado videos, sólo alimentado con contenidos de YouTube.
Si se necesita de él, ¿cómo se elige a un influencer?
Cuando las estrategias publicitarias en los grandes medios líderes no alcanzan para llegar a un público especifico, del que queremos que conozca y adquiera nuestro producto o servicio, está el influencer.
Al momento de elegir de forma adecuada a un influencer, debemos tener en cuenta 3 premisas:
- Su capacidad de generar opiniones y reacciones en otros usuarios cuando habla sobre una temática en concreto: si algo los caracteriza es su capacidad de crear conversación en torno a un tema o marca, el principal aspecto que debemos saber aprovechar.
- El potencial de la audiencia de un influencer sobre una temática determinada: los seguidores de los influenciadores son más valiosos por su calidad que por su cantidad.
- El nivel de participación en la conversación sobre el tema en cuestión: la implicación del influencer en la acción es fundamental para garantizar su éxito.
Barack Obama, presidente de EE.UU., se sometió al interrogatorio de tres famosos influencers de YouTube.
Relajado, habló de política pero también de su vida privada. La entrevista se emitió en directo por el canal de YouTube de la Casa Blanca, e hizo posible conocer facetas inesperadas del líder demócrata.