El tradicional festejo del tercer domingo de agosto en la Argentina cambió el año pasado su nombre popular (Día del Niño) por el oficial Día de las Infancias: la transformación cultural en curso propone la celebración de la diversidad y la inclusividad en todos los ámbitos, y ¿por qué no hacerlo en la niñez?
Un día distinto
Se terminaron las raras vacaciones de invierno y se viene el Día de las Infancias como si fuese un premio extra para la agitada vida de los más pequeños, un poco atribulada por los rigores que imponen las restricciones debidas a la malhadada pandemia de COVID-19.
Décadas atrás, a partir de 1960, el típico Día del Niño se festejaba en la Argentina el primer domingo de agosto, y reconocía su antecedente en la recomendación de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de 1954, que sugirió el establecimiento de un Día del Niño en todos los países para motivar “a la fraternidad y a la comprensión entre los niños del mundo entero”.
“El niño debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los cuales deberán estar orientados hacia los fines perseguidos por la educación; la sociedad y las autoridades públicas se esforzarán por promover el goce de este derecho”.
En 1956 la ONU había fijado al 20 de noviembre como el Día Internacional del Niño y dejó librada a la elección de cada país cuándo celebrarlo con su fecha propia, para que se hiciera de acuerdo con las peculiaridades locales.
Recalculando
En nuestro país, los gastos que provocaban las vacaciones de julio –también postergadas y diversificadas según las provincias– hacían que los bolsillos y las billeteras de los papis –más todavía con la universalización de las tarjetas de crédito– tuvieran mayor holgura sobre el final de la primera quincena de agosto.
Los tiempos, los cambios de hábitos, la presión del comercio y la agenda financiera de los consumidores finales (los padres, abuelos, tíos y demás afectos), corrieron de facto la fecha al segundo fin de semana, con el propósito de potenciar las ventas, en particular mediante el incentivo al comercio interno de juguetes nacionales.
No obstante, la celebración se movió hacia el tercer domingo de agosto –algo que se naturalizó sin oposición ni objeciones– por una razón ajena a la niñez y a la industria que se mueve a su alrededor: la agenda política.
La institución de las elecciones primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO) mediante la Ley Electoral N° 26.571 para el segundo domingo de agosto desde 2009, obligó el traslado del antiguo Día del Niño al tercer fin de semana, para no frustrar los acontecimientos que se programaban para la ocasión, y que comprendían encuentros, festivales, obras de teatro, recitales y reuniones familiares, por dar algunos ejemplos.
Por fin en 2020, la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) propuso celebrar el Día de las Infancias en vez del Día del Niño, e invitó desde la Jefatura de Gabinete de Ministros a los organismos públicos del ámbito de la Nación a sumarse a la iniciativa que bajo el lema “Hay muchas maneras de vivir la niñez” renombró a aquel domingo 16 de agosto.
Por causa de la pandemia se creó un espacio digital interactivo para la primera infancia y se llevaron adelante espectáculos por streaming con juegos interactivos, música y participaciones especiales.
La ONU ya había creado la conmemoración del Día de la Infancia el 1 de junio de cada año con el objetivo de crear conciencia sobre los derechos de los niños y, como con el 20 de noviembre, dejó a criterio de cada estado la fecha en la cual realizar los festejos.
El Día de las Infancias 2020 en la postnormalidad
Jugar es un derecho consagrado por la ONU, reafirmado por la Declaración de los Derechos del Niño, pero ¿qué pasa cuando el Planeta entero se ve amenazado por la diseminación de un virus supercontagioso y se desata una pandemia que pone al mundo en vilo?
Este domingo 15 de agosto en la Argentina se permiten los encuentros sociales al aire libre (que en 2020 estaban prohibidos) sin límite de participantes según las decisiones de cada jurisdicción, pero se desaconsejan las actividades en lugares cerrados y se restringen los eventos familiares a no más de 10 personas por hogar.
En la Argentina, este año el leit motiv es “Todas las infancias, todos los derechos” para procurar una mirada diversa, plural e inclusiva hacia las niñez, sus derechos, garantías y la obligación de la protección de los adultos (individuos, empresas, estado).
El domingo habrá un presente especial que la SENAF, junto al canal Pakapaka, prepararon para los chicos, las chicas y sus familias, un video-cuento que refiere a los derechos de las infancias “en clave poética, divertida y amorosa”.
Desde Veronese Producciones hacemos votos para que el Día de las Infancias y todos los días del año nos lleven a reflexionar sobre la Responsabilidad Social Empresaria de respetar, valorar y cuidar a nuestros chicos.
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