Cada 29 de abril se celebra en Argentina el Día del Animal, en conmemoración del fallecimiento de Ignacio Lucas Albarracín, el gran pionero en el país en la lucha por los derechos de los animales.
Abogado de profesión, nacido en la ciudad de Córdoba capital, tras obtener su título de grado, decidió dedicar su vida a la defensa de los animales. Fue secretario y presidente de la Sociedad Argentina Protectora de Animales (SAPA) por más de 50 años.
Albarracín fue un precursor en la lucha contra las riñas de gallos, la doma de potros, corridas de toros y tiro a la paloma. También impulsó la Ley Nacional de Protección de Animales (N° 2.786) que se promulgó el 25 de julio de 1891.
Después de una larga lucha, las autoridades porteñas, accedieron a que en el Jardín Zoológico se festejase el primer Día del Animal. La condición era que fuese antes de la primavera.
Albarracín eligió el penúltimo día de abril (cuando todavía no hace tanto frío) de 1908, pero la lluvia obligó a pasarlo al 2 de mayo.
Ese Día del Animal se celebró con la presencia del presidente José Figueroa Alcorta, sus ministros, y más de 15.000 niños de las escuelas de área metropolitana.
Desde el año siguiente, el Día del Animal pasó al 29 de abril solicitado por Albarracín (quien irónicamente moriría también el 29 de abril de 1926, 18 años después de instaurado el festejo).
La Argentina fue el primer país del mundo en proclamar una jornada de este tipo.
La Organización Mundial de Protección Animal instituyó el “Animal Day” 21 años más tarde, el 4 de octubre de 1929, en coincidencia con el santoral de San Francisco de Asís, patrono de la ecología.
El “World Animal Day” que se consagró el 4 de octubre fue proclamado recién en mayo de 1931 durante el Congreso Internacional de Protección Animal en Florencia, Italia.
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